Los números de los comicios de este fin de semana en Francia muestran un aumento de la abstención en comparación con las últimas dos elecciones.
En esta ocasión estaban llamados a votar 49 millones de ciudadanos.
De acuerdo con datos del Ministerio del Interior, a las 5:00 p.m. hora local se registró la participación de un 65 % de electores hábiles. En la primera vuelta de hace cinco años la participación comprendía un 69,42 %, mientras que en 2012 fue del 70,59% para la misma hora.
Las encuestas de opinión sugerían que los temas más importantes de la actual carrera electoral son la invasión rusa en Ucrania. La economía, migración y seguridad.
En enero, Francia registró su mayor crecimiento económico anual en medio siglo, recuperándose del impacto de la pandemia de la covid-19.
Pero los precios de la gasolina se han disparado, así como las facturas de energía y la inflación anual ha subido un 4,5 %.
Naturalmente, los más afectados por la situación económica son los votantes de bajos ingresos, así como los menores de 35 años.
Por esta razón, los 12 candidatos adaptaron sus propuestas a la crisis del costo de vida. Algunos han ofrecido grandes aumentos en la renta básica. O, en el caso de Marine Le Pen, la exención del impuesto para los menores de 30 años.
De la misma forma, el país ha visto caer el desempleo al 7,4%, justo por encima de la media de la eurozona. pero cerca del objetivo fijado por el presidente actual cuando llegó al poder, cuya promesa fue de 7%.
En cuanto a la inmigración, las estadísticas oficiales apuntan a que en 2020 había unos 6,8 millones de inmigrantes viviendo en Francia. Alrededor de un tercio eran europeos, tanto de la Unión Europea como de países no pertenecientes al bloque.