Santo Domingo, 22 de febrero de 2024.- En una reveladora entrevista en el programa “El Demócrata TV”, conducido por el reconocido periodista Francisco Tavárez, Wilkin Moreno, Director Ejecutivo del Movimiento por la Transparencia, perteneciente al partido Fuerza del Pueblo, hizo una denuncia explosiva que ha sacudido los cimientos de la política dominicana.
Moreno no titubeó al exponer ante el país una serie de prácticas fraudulentas que presuntamente tuvieron lugar durante las recientes elecciones. Según sus afirmaciones, en cada centro de votación se había establecido lo que él describió como “minimarkets de compra de cédulas”, donde los ciudadanos podían vender su documento de identidad a cambio de dinero o incluso drogas.
“Usted iba a todos los centros de votación y todos tenían un minimarket de compra de cédula abierto”, afirmó Moreno durante la entrevista.
Las declaraciones no se detuvieron ahí. Moreno detalló cómo estas transacciones ilegales operaban, mencionando que aquellos que estaban dispuestos a vender sus cédulas podían recibir sumas de dinero que variaban entre los 500 y los 2000 pesos dominicanos, dependiendo de ciertos factores.
“¿Qué tú quieres droga? ¿Qué tú quieres que te compren la cédula o qué? Tú quieres un retorno”, expresó Moreno, destacando la gravedad de la situación y sugiriendo que algunos ciudadanos podrían estar motivados por la necesidad de obtener beneficios personales.
El impacto de estas revelaciones es innegable, ya que Moreno afirmó que existen pruebas en forma de videos que respaldan estas acusaciones y que han sido compartidas en las redes sociales.
Sin embargo, es importante señalar que Moreno no es el primer individuo en plantear estas preocupaciones sobre la integridad del proceso electoral en la República Dominicana. Estas denuncias arrojan una luz crítica sobre la confiabilidad y transparencia del sistema electoral del país.
Las autoridades pertinentes deben investigar a fondo estas acusaciones y tomar medidas efectivas para garantizar que las futuras elecciones se desarrollen de manera justa y transparente. La democracia dominicana merece nada menos que la confianza plena de sus ciudadanos y el respeto de los estándares internacionales en materia electoral.