En el segmento “Marcas que hacen historia” con el Demócrata tuvimos el privilegio de conversar con el psicólogo Mario Minaya. Su profesión lo ha hecho acercarse a los abismos insondables de múltiples personas que han ido convirtiéndolo en un ser más humano.
Les invito a ver esta entrevista en nuestro canal de Youtube al tiempo de leer esta reseña que publicaremos en nuestros diarios.
Minaya tengo veinte años como analista y casi nunca me intereso en esa parte por donde empiezan muchas entrevistas, pero contigo haré la excepción. ¿Quién es Mario Minaya? ¿Dónde nace? ¿Por qué le surge el interés por la psicología?
Yo soy esencialmente un campesino, orgullo de haber nacido entre gente humilde en medio de carencias. Oriundo de Bajabonico, mi abuela era la partera que incluía como cinco o seis comunidades.
Todos los niños que nacían eran sus hijos y mis hermanos. Desde pequeño siempre tuvo inclinación hacia la discreción. Un vecino le era infiel a su esposa, todos los niños lo sabían, pero el único que no hablaba era yo. El señor pasaba y me daba una moneda, como si me compara el silencio.
Mi mamá era como una especie de curandera donde la gente iba, le expresaba sus problemas y ella les ayudaba en una solución. Yo crecí en ese ambiente, lo que luego me resulta familiar ese entorno de confidencialidad. De ver la vida de la gente desde esa perspectiva de fragilidad que genera el trauma, que genera el conflicto.
Yo he podido ver esa parte que mucha gente no conoce de personas muy importantes de nuestro país. Porque por una característica particular decidí quitarle el enfoque de dinero a mi profesión y hasta la pandemia nunca había cobrado una consulta.
Luego encontré una coyuntura, por ejemplo, con Luis Marino López de Adrian Tropical que él patrocinó mi aporte. Yo decidí hacer un diezmo profesional y él dio la infraestructura, yo le apoyaba en sus empresas y ahí veíamos personas gratuitamente.
Le agradezco ese apoyo en los inicios, diez años estuvimos juntos haciendo esa obra que no publicamos ninguno de los dos hasta después. Gracias a eso se benefició mucha gente y yo más porque adquirí una experiencia donde podía ver al millonario y al muy pobre.
Pude adquirir una sabiduría fruto de esa apertura porque estaba abierto a cualquier tipo de personas.
¿Cuántos hijos tienen Mario Minaya y su esposa? Cuatro hijos y dos nietas.
¿Y cómo de la veterinaria llegas a la psicología? Yo tenía una fascinación por los animales, pero empecé a estudiar veterinaria y me dí cuenta que los animales no estaban ahí. Nosotros deberíamos aprender de los animales a centrarnos en nuestra esencia.
Los animales atacan por defensa, nosotros los seres humanos lo hacemos por placer. Hemos permitido que la corteza cerebral sea sustituida por la amigdalá cerebral, ahí es donde entiendo lo que sucede con esta sociedad agresiva.
Debemos tener un enfoque crítico y compasivo y eso solo se puede hacer en una sociedad educada, por eso debemos volver a la educación.
Por eso me identifico con tu trabajo porque detrás de tus análisis no solo está la denuncia, sino tu compromiso con la educación.
Quizá los comentaristas deberían hacer un ejercicio profundo de investigación. Yo creo que habría menos comentaristas si quien hace los análisis dedicara al menos una semana de investigación antes de emitir su opinión de cada persona que no conoce.
Con este contundente mensaje cerramos esta primera entrega.