La quiebra de grandes bancos en Estados Unidos ha puesto en jaque la estabilidad del sistema bancario de la economía más grande del mundo. Mientras todo indica que este no es el final de la crisis, surgen muchas preguntas. ¿Se acerca una gran recesión? ¿Las medidas de control inflacionario fueron parte de las causas de la crisis? ¿Los bancos cavaron su propia tumba al no medir sus riesgos? O ¿Fue una tormenta perfecta?
Recesión significa la desaceleración de la actividad económica del país. Generalmente disminuye el consumo y la inversión y aumenta el desempleo. En el caso del desempleo, Estados Unidos mantuvo una tasa estable en el primer trimestre del año. Enero alcanzó 3.4%, en febrero 3.6% y marzo bajó ligeramente a 3.5%. La crisis se desató apenas a mediados de marzo con la quiebra del Silicon Valley Bank.
Es común que en recesión la inflación baje por la disminución del consumo. A fines de marzo el índice inflacionario en Estados Unidos fue de 5%. La más baja desde mayo 2021. En febrero llegó a 6% y en enero 6.4%. Pero fue la Reserva Federal (FED) la que realizó constantes alzas de las tasas de interés para frenar el galope inflacionario durante el 2022, que tuvo con 9.1% su pico en junio.
Entre el 7 de marzo del 2022, cuando la inflación estaba en 8.5%, y el 6 de marzo del 2023, la FED subió las tasas de interés sostenidamente de 0.08% a 4.57%. Esta medida si bien redujo la inflación, afectó de manera sustancial el valor de mercado de los bonos del tesoro y otros activos a largo plazo, cuya rentabilidad depende de tasas de interés bajas.
Fue justamente en este tipo de activos donde los bancos como Silicon Valley Bank, Signature Bank, First Republic Bank y otros habían invertido fuertes sumas de capital. La depreciación de sus inversiones y la baja de sus acciones en bolsa ocasionaron su insolvencia y caída. Ya la FED anunció una nueva alza en la tasa de interés, el décimo aumento desde marzo pasado, de 5% a 5.25%, el índice más alto en más de 15 años.
Esta medida contiene la inflación, pero encarece el crédito interbancario y los ciudadanos de a pie sufren también con alzas de interés en productos como tarjetas de crédito, tarifas hipotecarias y préstamos para autos. Las políticas de FED parecen solo enfocadas en contener la inflación. Cuando por otro, la FED se reconoce poco eficiente para supervisar a las instituciones bancarias y prevenir estas crisis, criticando la debilidad de las leyes para realizar esta tarea.
La senadora demócrata Elizabeth Warren señaló en Twitter que la caída del First Republic Bank es una muestra de cómo la desregulación [para supervisar a la banca] ha contribuido empeorando la crisis. “El Congreso necesita hacer reformas importantes para arreglar un sistema bancario roto”, escribió.
Al menos otros 190 bancos de Estados Unidos están en riesgo de colapsar, según un reciente estudio de la Red de Investigación en Ciencias Sociales (SSRN por sus siglas en inglés). El First Republic Bank, hasta hace poco el banco número 14 de los Estados Unidos, fue finalmente adquirido por JPMorgan Chase. La entidad financiera negoció la compra con la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) con lo cual los reguladores federales aliviaron costos a la agencia.
Por José Andreu Figueroa. Miami, Florida.