La participación de Irán en el ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre ha sido un tema controversial en Estados Unidos desde que ocurrió. En principio, se señalaba que el apoyo logístico y financiero que siempre brindó Irán a Hamás lo hacía cómplice directo en la planificación del ataque. Luego, Estados Unidos dijo a través de la prensa internacional que datos de inteligencia ponían en duda la participación directa de Irán en todo lo relacionado a la invasión que dejó al menos 1,400 israelíes muertos, y más de 3,000 palestinos fallecidos en Gaza tras los bombardeos de represalia.
Ahora un grupo de senadores republicanos y algunos demócratas esperan lograr consenso para volver a congelar, y de manera permanente, los US$ 6 billones de dólares pertenecientes a Irán liberados por la administración Biden en septiembre como parte de la negociación que llevó a la liberación de cinco estadounidenses detenidos en Irán a cambio de cinco iraníes presos en Estados Unidos.
Antes de la iniciativa parlamentaria, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, dijo durante su visita a Israel que su gobierno podía volver a congelar esos fondos, ya que se movieron primero a una cuenta a Corea del Sur y luego a Catar con la finalidad de tener control sobre su uso, que dijo, solo debe ser de naturaleza humanitaria.
Unos 20 senadores del partido Republicano hicieron un llamado a Biden para reinstalar inmediatamente las sanciones sobre este dinero iraní liberado. La senadora republicana por Tennessee, Marsha Blackburn, dijo que la finalidad es “limitar la capacidad de apoyo de Irán a Hamás”.
El Departamento de Tesoro de Estados Unidos impuso hoy sanciones económicas a 10 miembros de Hamás con la finalidad de bloquear su acceso a dinero y vías de financiamiento. Las sanciones incluyen también a un operador de moneda virtual basado en Gaza. El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, informó que la agencia busca crear una coalición internacional para combatir las vías de financiamiento del terrorismo.
La iniciativa parlamentaria surge en medio de las acusaciones mutuas entre Israel y Hamás por la autoría del bombardeo de un hospital en Gaza que causó la muerte de cientos de pacientes y otros que buscaban refugio en sus instalaciones. Israel dice que fue un misil del grupo extremista palestino Jihad Islámico que falló al momento de su disparo e impactó el hospital. Las autoridades en Gaza culpan a Israel del ataque.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, declaró que si Israel no detiene inmediatamente el asedio y bombardeo de Gaza la violencia se puede extender a todo el Medio Oriente. El funcionario se reunió, entre otros, con el líder de la milicia islámica Hezbollah, Hassan Nasrallah, que opera en el Líbano. Amirabdollahian dijo que convocará a una reunión de la Organización Islámica de Cooperación que agrupa a 57 países con gran población islámica para analizar la situación.
Los palestinos de Gaza siguen esperando un cese al fuego que permita la apertura de un corredor humanitario que alivie la falta de comida, agua, medicinas, electricidad y combustible que afecta a los casi 2 millones de personas, principalmente niños, que viven en la franja. También esperan se abra el cruce de Rafah fronterizo con Egipto. Los habitantes del norte de Gaza fueron obligados a trasladarse al sur en medio de los bombardeos, tras la orden de Israel de evacuar por la inminente operación militar terrestre a gran escala que piensan realizar en la zona.
Por José Andreu Figueroa. Miami, Florida.