La muerte de Nicolás Díaz “Margaro” dejó a su alrededor una discusión mediática sobre la realidad que viven los humoristas y otros actores. Muchas personas del entretenimiento que mueren en la pobreza y se ven en la necesidad de que compañeros del medio asuman sus gastos funerales.
El debate alrededor de la partida física del humorista ha sido si quienes asumen los gastos deben hacerlo público o no.
Margaro fue encontrado muerto por unos vecinos ayer domingo en su residencia en el sector Libertador de Herrera, donde vivía solo. Según las personas cercanas, llevaba varios días aquejado de salud.
En el caso de Margaro todo el mundo sabía de su situación de salud y su condición socioeconómica.
Margaro confesó en una entrevista con la periodista Colombia Alcántara que no cree que Dios pueda darle una tercera oportunidad para mantenerse con vida. Sobre todo, luego de dos oportunidades en las que se vio al borde de la muerte.
Primero cuando hace 12 años fue víctima de la delincuencia al ser atracado y lastimado de cuatro puñaladas por desaprensivos. Y luego vio su vida en peligro fue cuando una prediabetes lo hizo ser internado de emergencia en la clínica Cruz Jiminán.
Sin embargo, contó que las dificultades que le hicieron vivir momentos de mucha amargura lo llevaron a obtener una vida con mejor dignidad.
Margaro, quien fue merecedor del premio Casandra como comediante del año en la década de los 90’s, se destacó en importantes papeles en el cine. Actuó en las películas “Nueva Yol 3”, “Perico Ripiao”, “El retorno de una estrella”, “Cuatro hombres y un ataúd”, entre otras.
En esa última entrevista concedida hace tres meses, el humorista criticaba que en todos los países a los artistas los valoraban. Sin embargo, aquí era todo lo contrario.
“El Ministerio de cultura no ha hecho absolutamente nada por un artista”, dijo.
De sus inicios en Santiago pasó por los principales programas de humor del país realizando un trabajo por más de tres décadas.
Dicho esto apena mucho que hoy, en vez del reconocimiento a la obra de este importante artista, lo que exista sea una lucha de egos. En las redes se ha hecho público quien pagó los gastos funerarios y eso generó reacciones de otros que necesitaban hacer visible sus aportes.
A partir de ese momento Margaro ha desaparecido del escenario y el protagonismo lo han tomado otros y eso es penoso.
Debido a esto los usuarios en las redes sociales han criticado que se estén peleando por quién pagara los gastos del velatorio. Y han argumentado que en vida el humorista vivió en la miseria.
Lo único que sí se puede decir es que Margaro nadie lo dejó solo, siempre hubo una mano amiga para él. Y lo importante no es quien lo haya hecho, sino el gesto, pero lamentablemente lo han echado a perder.
Alguien dijo: “cuando naces tú lloras y los demás sonríen, vive de tal manera que al morir tú sonrías y los demás te lloren”. Quizá Margaro quiso vivir así, pero le han aguado su sueño. Que tristeza debe sentir.