Francisco Tavárez, El Demócrata, realizó una importante entrevista al abogado ecuatoriano Jorge de la Bastida, acerca de la situación sociopolítica de ese país a raíz del triunfo electoral del joven Daniel Noboa.
En lo adelante exponemos sus reflexiones
Ecuador está en un punto crítico dentro de su vida republicana y su vida como estado. Hay una polarización muy fuerte entre las personas que siguen la izquierda o revolución bolivariana y quienes siguen la teoría libertaria.
Se ha vivido una elección anticipada porque los grupos de izquierda imposibilitaron la presidencia de Lasso quien se dedicó a fortalecer sus grupos de la banca y se olvidó de las necesidades del pueblo.
En estas elecciones se debatían la vuelta a la izquierda o continuar con el modelo libertario y ganó Daniel Noboa quien, como joven, tiene una gran mirada estratégica.
¿Estaríamos en un movimiento anti correísmo? Todavía no porque la gente no ha terminado de ver el elemento nocivo del modelo de Correa. Fue un modelo en el cual había mucho circulante, de forma legal e ilegal y favoreció a la gente con muchas dádivas, sin embargo, Ecuador también se convirtió en un escenario para el narcotráfico y eso no sucedía antes.
Vencer un modelo de tengo dinero, alimentación y puedo salir adelante vs otro modelo de no tengo qué comer ni empleo. Actualmente Ecuador se encuentra en ese dilema.
Y quiero darle un consejo a los dominicanos de que no esperen a que llegue un gobierno de izquierda para darle a la gente lo que le corresponde, hay que cuidarse de esos discursos populistas y nacionalistas.
Los gobiernos de izquierda moderada se centraron mucho en la oportunidad empresarial hasta que llegó el foro de Sao Paulo y cambiaron el modelo a través del sistema de lucha de clases, de odio social, de revanchismo en donde cambió el sistema político de Ecuador. Se debilitaron los sistemas de control, se crearon dicotomías en la estructura del estado y entonces no se sabía donde quedaba la soberanía y el control social y aquí se abrió la ventana al narcotráfico.
Ese resentimiento llegó a crear dicotomía y ambigüedades lo que provocó un problema en la sociedad. El poder punitivo del estado en los gobiernos de izquierda se convierte en un arma de persecución y en los gobiernos democráticos en arma de protección, pero en una herramienta débil porque el poder no da.
Nosotros tenemos un sistema constitucionalista espectacular, neoconstitucionalismo con positivismo, es decir mucho humanismo, pero las normas orgánicas no están bien planteadas en el código orgánico integral penal, por ejemplo, no define muchos de los delitos relacionados con la corrupción ni relacionados con el tráfico ilegal, con los sistemas empresariales ilegales.
Entonces se llega a un limbo en el cual no se puede penalizar directamente las actividades ilícitas porque no están legisladas porque no existen, es decir la economía informal pasa a tener una especie de protagonismo.
Estos sistemas polarizan la sociedad porque tenemos dos sistemas jurídicos uno para los indígenas y otro para los demás; en vez de integrar a los indígenas a la vida nacional más bien se le dio la oportunidad a través de las acciones afirmativas de generar su propio sistema y si a eso no se le pone una barrera de tiempo para que ese odio social disminuya se convierte en una herramienta en contra.
Los indígenas, que son el 7% de la población, quieren decir lo que debe hacer el otro 93% y esto se convierte en un problema para la estabilidad y hay que evitar caer en eso. No caigan en los sistemas de antigüedad, no pierdan los controles que debe tener el estado.
En el caso de Noboa se convirtió en una opción real cuando se asesina a Fernando Villavicencio, el candidato que tenía mayor posibilidad, entonces el único que no tenía rivalidad con nadie, con una buena propuesta y el más joven de todos era él y por eso llega al poder.
Si no hubiese muerto Villavicencio probablemente tuviéramos un gobierno de izquierda en estos momentos.
A los líderes de RD les aconsejo que no dejen que llegue un gobierno de izquierda a hacer los planes sociales y lo que se debe hacer para favorecer a los más empobrecidos. No lo permitan.