La pregunta que todo el mundo ha hecho y no se lograba responder es ¿cómo Fausto Miguel de Jesús Cruz salió del lugar? Esta inquietud queda respondida en el expediente formulado por el Ministerio Público con el que piden medida de coerción.
El documento establece que Fausto Miguel de Jesús cruz había planificado con anterioridad el crimen. A diferencia de otros días que asistía con camisas esta vez se puso una chaqueta para ocultar el arma.
Una vez en el lugar, cuando logra entrar a la oficina del Ministro cerró la puerta. Esto imposibilitó que, al escuchar los disparos, la seguridad pudiera entrar de inmediato cosa que también evidencia de que estaba planificado. Al no poder abrir la puerta el seguridad salió a buscar una llave maestra. Ahí él aprovechó para irse en medio del caos que se produjo.
Bajó por una escalera trasera porque conocía el edificio y además su vehículo estaba en el sótano. Una vez en el vehículo llamó a su hija para que fuera a buscarlo porque se había puesto un retén y ningún vehículo podía salir.
Al percatarse de que ningún vehículo podía salir ni entrar se puso una gorra y salió caminando entre la multitud con toda calma. Ya fuera del edificio tomó un motoconcho y le pidió que lo llevara a la parroquia Jesús Sumo y Eterno Sacerdote.
Cuando su hija ella llegó al lugar la policía la detuvo para investigar por qué estaba ahí.
Ya dentro de la Iglesia volvió a llamar a su hija, pero no se pudo comunicar con ella. Esto demuestra que su objetivo no era entregarse, sino escapar. Al no poder comunicarse con su hija no tuvo otra alternativa que negociar su entrega a cambio de que le preservaran la vida.
La última palabra que se le escuchó decir a Orlando Jorge Mera fue: “Fausto No” y de inmediato se escucharon los disparos que fueron seis en total.
