Es un hecho que el dólar es la moneda más poderosa a nivel mundial. Pero existen iniciativas internacionales que quieren acabar con la hegemonía de la moneda estadounidense como divisa preferente para el comercio internacional. Hechos como la guerra en Ucrania y las sanciones económicas a Rusia, han dado un renovado motivo a los países hostiles a Estados Unidos para relanzar sus ambiciones para establecer un nuevo orden mundial económico y político, lejos de los parámetros de occidente.
Una de estas iniciativas se llama BRICS, creado hace 13 años, llamado así por las siglas de sus países fundadores miembros: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Un dato no menor es que sólo estos países concentran casi el 40% de la población mundial. Una gran diferencia con el 9,8% que acumulan los países del G7 integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. Además de la Unión Europea como miembro no numerario.
Esta ventaja puede ampliarse en favor del BRICS, pues en la última cumbre del bloque a fines de agosto, más países, algunos abiertamente enemigos de Washington, se han incorporado al BRICS. Estos son: Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Egipto y Argentina. Otros países evalúan sumarse al bloque.
Sin embargo, pese a sus esfuerzos los miembros del BRICS no llegaron, al menos por ahora, a un acuerdo para establecer una nueva moneda para el comercio internacional alterna al dólar. Pero China avanza para posicionar al yuan como la alternativa más fuerte. Brasil ya tiene a la moneda china como la segunda principal divisa para sus reservas internacionales, desplazando al euro. El dólar aún encabeza las reservas brasileras con el 80.42%. Argentina anunció en abril que pagaría sus compras a China en yuanes.
Aunque el dólar es aún el preferido para las reservas internacionales, tuvo una caída importante. En el 2020 las reservas en dólares alcanzaron el 63 por ciento y en el 2022 cayeron al 59 por ciento. Este porcentaje se mantuvo durante el primer trimestre del 2023, según el Fondo Monetario Internacional. Otras monedas usadas por los bancos centrales son el euro (20.5%), el yen japonés (5.8%), la libra esterlina británica (4.8%), el yuan chino (2.7%) y otras (7.1%).
Un grupo de 75 administradores de reservas de bancos centrales encuestados por Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras estimaron que en los próximos diez años la disminución de las reservas internaciones en dólares llegará al 53%. No muy lejos del 59% actual, informó la agencia Reuters.
Expertos financieros ven la desdolarización del sistema financiero internacional como una consecuencia de las dinámicas económicas globales, más que por la simple declaración de intenciones de los países enfrentados a occidente. Pero la batalla será ardua. El dólar es usado en el 74% del comercio internacional, en el 90% de los cambios de divisas y casi del 100% del comercio del petróleo.
Una desventaja que tiene el BRICS es que son países que no comparten fronteras y sus situaciones financieras son, en algunos casos, diametralmente opuestas. Por ejemplo, Argentina, nuevo miembro del BRICS, tiene una inflación anual acumulada a agosto 2023 de 80.2%, mientras China acumuló solo 0.5% en el mismo período, según el portal financiero Datos Macro.
Tras la Segunda Guerra Mundial y la victoria de Estados Unidos, el dólar estadounidense se estableció como moneda de referencia internacional en 1944, tras la firma de los acuerdos de Bretton Woods. Se llamaron así a todas las resoluciones de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas realizada en esa localidad de New Hampshire en las que también se crearon el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que empezaron a funcionar en 1946.
Por José Andreu Figueroa. Miami, Florida.