Italia tendrá por primera vez a una mujer como primer ministro en toda su historia y representa la ultraderecha que ha sido encabezando Silvio Berlusconi. Se trata de Giorgia Meloni. El partido por el que ella se postuló fue fundado por el Duce, Benito Musolini. Por eso también mucha gente la tilda como una neofascista y hasta dicen temer por lo que pueda pasar en Italia.
Su discurso es ultra conservador. Llama la atención que luego de que Steve Bannon (el creador de Donald Trump y Jair Bolsonaro y el más fiero propulsor del ultraconservadurismo). pusiera una escuela de formación política en Roma sea que gane la ultraderecha.
No estoy diciendo que ganaron por esa escuela, pero Bannon ha sido el que ha impulsado ese discurso antinmigrante, xenófobo, misógino. El que ha propuesto los muros en las fronteras y además una estrategia cargada de mucho nacionalismo.
Con eso estamos regresando a épocas que creíamos superada. Lo otro que llama la atención es la abstención electoral que fue entre 36 y 40% y de ese porcentaje el 20% fueron jóvenes.
Aunque se debe aclarar que Italia no permite el voto por correspondencia, solamente presencial y no sabemos si esto lo incluyen en la abstención. Por ejemplo, en nuestro país hay 12 mil italianos y si ellos no van a su país no votan, tan sencillo como eso. En Italia hay una especie de expectativas y temor.
Meloni milita en la ultraderecha desde los 15 años, cuando se inscribió en el Frente de la Juventud del Movimiento Social Italiano, MSI. Este partido lo fundaron en 1947 los sobrevivientes de la élite de la República Social Italiana en el norte italiano. Bajo la guía de Giorgio Almirante, ex ministro del Duce.
Cuando el MSI se disolvió tras la muerte de Almirante, Meloni pasó a la Alianza Nacional de Gianfranco Fini. Que era la continuidad del movimiento fascista tradicional. Se convirtió ahí en una periodista de los medios afines. Y cuando la alianza ya no tenía oxígeno, la joven Meloni fundó en 2012 Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), siempre en la misma línea sucesoria.
A los 29 años fue elegida por primera vez como diputada. Enseguida se hizo famosa por sus posturas de derecha radical en materia de inmigración, derechos LGBT y aborto.
Ganó apoyos al exigir que la UE abandone el pacto mundial sobre migración, un acuerdo no vinculante de Naciones Unidas. Este acuerdo es objeto de teorías conspirativas de la extrema derecha en muchos países. Y al defender un bloqueo naval al norte de África para frenar la inmigración.
En España se hizo famosa al presentarse en varios actos del partido ultraderechista Vox. “No hay término medio posible. O se dice sí, o se dice no. Sí a la familia natural, no a los lobbies LGTB. Sí a la identidad sexual, no a la ideología de género. Sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte. Sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista. Sí a las fronteras seguras, no a la inmigración masiva. Sí a la soberanía de los pueblos, no a los burócratas de Bruselas. Sí a la civilización, no a quienes quieren destruirla”, Dijo exaltada y en español la líder de Fratelli d’Italia en un mitin de Vox en Marbella en junio, y que incendió la campaña andaluza.
Se debe observar que el mundo europeo va dando un giro hacia la ultraderecha mientras que América Latina hacia la izquierda.