Winston Churchill dijo en una ocasión que, ya de pequeña la princesa Isabel tenía un aire de autoridad y reflexividad asombroso en una niña. El premier británico supo juzgar acertadamente a la que sería una de las monarcas más importantes del Reino Unido. Ha sido la soberana más longeva del país y la que más tiempo ha reinado. Convirtiéndose en la única que ha celebrado un jubileo de platino por sus 70 años en el trono.
Ocasiones muy especiales en la vida de Isabel han sido sus jubileos, la celebración de ciertos años de reinado. El de plata en 1977 (25 años en el trono), el de rubí en 1992 (40 años), el de oro en 2002 (50 años). El de diamante en 2012 (60 años), el de zafiro en 2017 (65 años) y finalmente el de platino en 2022 (70 años). Fue la primera monarca de la historia del país en celebrar los jubileos de zafiro y de diamante. Puesto que antes de ella el reinado más largo fue el de su tatarabuela Victoria, que reinó durante casi 64 años. Y una de las pocas soberanas de la historia en sobrepasar los 70 años en el trono.
Isabel se convirtió en reina en febrero de 1952 tras la muerte de su padre, Jorge VI. A lo largo de sus más de siete décadas de reinado presenció como varias de las colonias que quedaban en el Imperio Británico se independizaban. Vivió algunos de los momentos más tensos de la Corona inglesa, más centrados en la vida privada de sus miembros. Afrontó momentos claves de la histórica reciente, como el Brexit (el proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europa) y la pandemia de COVID-19.
Otro de los récords de Isabel II es el de haber tenido el matrimonio más largo en la historia de la Corona británica. Durante casi 75 años estuvo casada con Felipe, Duque de Edimburgo, hasta que este falleció en abril de 2021 a pocos meses de cumplir 100 años.
Como soberana, Isabel II fue testigo de un gran número de conflictos en el mundo y en su propio país. El apogeo y final de la Guerra Fría. La guerra de las Malvinas, tres décadas de conflicto en Irlanda de Norte que dejaron un gran número de víctimas y unas profundas heridas. Las tensiones entre las naciones constitutivas del Reino Unido – en particular Escocia, que en 2014 rechazó en referéndum la posibilidad de independizarse–. Y desde 2016 el Brexit, que supuso la salida del país de la Unión Europea después de más de 40 años como miembro.
Durante su reinado continuó el proceso de descolonización del antiguo Imperio Británico, que había empezado en la época de su padre Jorge VI. Más de 20 países obtuvieron su independencia, ya fuese de forma pactada o unilateral. Algunos de ellos la mantuvieron como jefa de Estado y se incorporaron a la Mancomunidad de Naciones. Todavía en la actualidad era reina de quince países: el Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice. Granada, Jamaica, las Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, y Tuvalu.
Pese a los conflictos públicos, privados y nacionales que pasó, Isabel II fue una de las soberanas mejor valoradas de la historia de su país. Su experiencia, dedicación y distancia de los asuntos políticos la hicieron muy respetada entre la gran mayoría de jefes de Estado que la conocieron. Por estas y muchas cosas, Isabel II ha sido la reina de los récords.