La propuesta para imponer la redacción de una nueva Constitución en el Perú toma fuerza en el país andino. La voces que promoven este cambio provienen del propio presidente izquierdista Pedro Castillo, y sus funcionarios, quienes incluso no han dudado en amenazar al Congreso. si no aprueba la conformación de una Asamblea Constituyente.
Vladimir Cerrón, secretario general del partido oficialista Perú Libre, señaló que su agrupación tiene un “plan B” si el congreso no aprueba la Constituyente. Cerrón insinuó que entre esos planes alternativos podría estar el disolver el Congreso.
Recordemos que Vladimir Cerrón no pudo ser el candidato presidencial de Perú Libre, por estar inhabilitado para ejercer cargos públicos. Debido a una sentencia por corrupción del 2019 cuando era gobernador de la Región Junín. Sin embargo, muchos lo califican como el presidente en la sombra detrás de Castillo.
En una entrevista, Cerrón dijo “queremos abolir la Constitución del Perú y desmontar el modelo neoliberal”. Estas palabras recuerdan a las que dijo en campaña el actual presidente de Chile, Gabriel Boric. El entonces candidato de izquierda dijo que “si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba”. Chile ya elegió a su Asamblea Constituyente en mayo pasado con una abrumadora mayoría de representantes de izquierda.
La Constituyente es un anhelo electoral de Castillo, Cerrón y su partido Perú Libre para manejar más cómodamente los hilos del poder. Ya lo dijo el polémico Cerrón recientemente en un acto público: “la izquierda (en el Perú) tiene el gobierno, pero no tiene el poder”.
En una declaración pública Cerrón desnudó su concepto autoritario y dictatorial de lo que significa ejercer el poder. Dijo que lo ideal es que el gobierno “tenga el control total del Ejército, la Policía Nacional, el cuerpo de magistrados y el clero”.
Cerrón señaló que el cambio constitucional es una “aspiración del pueblo peruano por más de 15 años”. Pero una reciente encuesta publicada por Ipsos Perú otorga solo un 7 por ciento a la urgencia que tienen los peruanos para cambiar la Constitución. Los encuestados entre el 21 y 22 de abril están más preocupados en que el gobierno refuerce su lucha contra la delincuencia (43%). y contra la corrupción (42%). Otros temas que superaron al constitucional son: la redución de la pobreza y el control de la inflación ambos con 25 por ciento, entre otros.
La falta de conexión del gobierno de Castillo y las necesidades de los peruanos es una constante desde que asumió hace nueve meses. El mandatario actúa de forma improvisada y, a ratos, contradictoria para hacer frente a la problemática nacional. Los colaboradores de Castillo parecen más enfocados en ejecutar su agenda partidista. Magnificando una nueva Constitución como la solución a los problemas de desigualdad social que sufre el Perú.
A inicios de marzo, el presidente y su jefe de gabinete, Aníbal Torres, dijeron que el gobierno no promovería la instalación de una asamblea constituyente. Pero el 25 de abril presentaron un proyecto al respecto firmado por ambos ante el Congreso. Proponen un referendo el 2 de octubre para consultar al pueblo sobre la instalación de una constituyente.
Representantes de seis de las ocho bancadas que conforman la Comisión de Constitución del Congreso dijeron a la prensa que no respaldarán la iniciativa de Castillo. Consideran que hay que atender otras prioridades de la población.
La finalidad real de una nueva Constitución es cambiar el modelo económico, como en el caso de Chile, e imponerlo desde la propia Carta Magna. Una Asamblea Constituyente le permitiría a Castillo deshacerse de un Legislativo donde no tiene mayoría y que le es consistentemente hostil. El Congreso peruano ha debatido dos mociones de vacancia en contra del mandatario en apenas ocho meses de gobierno.
Por: José Andreu Figueroa. Miami, Florida
