El 04 de julio es recordado porque en esta fecha se produjo la independencia de las primeras 13 colonias británicas que originaron a Estados Unidos.
Pero en nuestro país esta fecha tiene un sabor amargo. Un día como hoy Pedro Santana declaró pena de muerte contra Francisco del Rosario Sánchez y otras 21 personas más que se opusieron a la anexión.
También un día como hoy, hace 40 años, se suicidó don Silvestre Antonio Guzmán Fernández presidente del país 40 días antes de concluir su mandato.
El patricio Francisco del Rosario Sánchez fue un Político y líder independista dominicano, considerado uno de los Padres de la Patria.
Fue miembro de «La Trinitaria», sociedad secreta separatista que en 1844 lideró un alzamiento contra Haití. Y el 27 de febrero de ese año proclamó la independencia de la República Dominicana.
El 04 de julio de 1861 entregó su vida en la lucha para evitar la anexión de la República a España.
En 1859, sus divergencias con Santana le habían costado la prisión y un nuevo exilio. Desde allí Sánchez comenzó a preparar la lucha contra la más que previsible anexión a España, un hecho consumado el 18 de marzo de 1861.
Firmemente determinado a restaurar la República. El 1 de junio de 1861, tres meses y medio después de consumada la anexión a España, Francisco del Rosario Sánchez entró a territorio dominicano. Lo hizo en compañía de José María Cabral y otros. Su intentona duró poco más de un mes: víctima de una traición, fue capturado en una emboscada. Luego fusilado en San Juan de la Maguana el 4 de julio siguiente, junto a una veintena de compañeros de armas.
Fallecía así a manos de sus conciudadanos un luchador insobornable, cuyos elevados ideales patrióticos perduran en su producción escrita. El 20 de enero de 1861, era evidente que Pedro Santana y los suyos entregarían la soberanía del país. Ante ese hecho Sánchez lanzó una proclama en la que hacía importantes afirmaciones. “Si la maledicencia buscare pretextos para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier cargo diciendo en alta voz, aunque sin jactancia, que soy la bandera dominicana”. Antes, el 16 del mismo mes, había justificado lapidariamente su lucha en una carta a Damián Báez: “Mi patria está vendida. Esto basta”.
