Isabel II nació el 21 de abril de 1926 en la casa de su abuelo materno en Londres, en el número 17 de Bruton Street. Fue bautizada como Isabel Alejandra María, aunque en el seno de la familia real la llamaban simplemente Lilibet. Con este nombre incluso apareció como “persona del año” en la portada de la revista Time en 1929.
Durante la segunda guerra mundial, como heredera al trono, Isabel participó en diversas apariciones públicas y radiofónicas. Y casi al final de la guerra se integró en el Servicio Territorial Auxiliar. Una rama femenina del ejército que se ocupaba principalmente del mantenimiento y conducción de los vehículos. Al mismo tiempo, se le otorgaron poderes representativos para actuar como consejera de Estado en caso de que su padre se encontrara en el extranjero. Incluso hizo una visita oficial a Italia durante la liberación del país.
Isabel y Felipe eran primos segundos y se conocieron por primera vez en 1934. Precisamente desde ese año empezaron a hablar frecuentemente por carta e Isabel dijo haberse enamorado de él. En 1947, cuando ella tenía 21 años, se prometieron oficialmente y se casaron aquel mismo año.
De aquel enlace nacerían cuatro hijos: Carlos, príncipe de Gales, en 1948; la princesa Ana en 1950. Andrés, duque de York, en 1960; y Eduardo, conde de Wessex, en 1964. Por su parte, Felipe fue consorte real durante 69 años, el periodo más largo de la historia de la monarquía británica. Participó en los actos oficiales de la Corona hasta que su salud se lo permitió, en 2017.
Su coronación fue la primera vez que un monarca británico sería televisada enteramente. En 1937 se había retransmitido el desfile de la coronación de su padre, pero no la ceremonia en sí. Isabel tenía 27 años, pero ya estaba sobradamente acostumbrada a los baños de masas desde que empezara a sustituir a su padre en los actos oficiales.