El presidente de la República, Luis Abinader, anunció la creación del “Bono de Apoyo Familiar” para personas en un estatus social de pobreza. La ayuda será un monto único de RD$1,500 entregado a un millón de hogares en todo el territorio nacional. Iniciará en una primera etapa con San Luis y luego del 1 de agosto seguir con otras demarcaciones.
Abinader explicó que la medida y ayuda social será entregada como una forma de intentar contrarrestar los efectos de la inflación. Causada por la pandemia del covid-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Durante una actividad en el distrito municipal de San Luis, en Santo Domingo Este, el mandatario dio por iniciado el plan de entrega de los bonos. El mismo se extenderá a las 32 provincias del país.
“El gobierno entregará una ayuda especial de mediados de año. Este es el bono apoyo familiar… Este bono busca mitigar y contrarrestar los efectos post pandemia y el incremento general de precios a nivel mundial”, explicó el jefe de Estado.
A pesar de tener un alcance masivo, el mandatario explicó que se realizó una selección con criterios específicos. Se busca alcanzar a las personas de situación más vulnerable.
“Hemos afinado los criterios a quienes van este bono, con parámetros afinados… Serán personas que no reciben el subsidio “Aliméntame”, personas sin trabajo, desempleadas o trabajadores informales o de ingresos por debajo del umbral de la pobreza. Vamos a ayudar a todos, pero primero a los que menos tienen”, dijo el mandatario.
Las personas pueden identificar si están dentro de los beneficiarios ingresando al portal digital del Bono Apoyo Familiar.
Los beneficiarios recibirán un cheque con el monto de RD$1,500 que puede ser cambiado en una sucursal del Banco de Reservas.
Esto significa que el gobierno aumentará la extensión de los subsidios sociales, y consecuentemente, en las próximas semanas comenzará a gastar RD$1,500,000,000 cada mes.
Con este nuevo programa de asistencia, las autoridades dicen “buscar frenar los efectos de la inflación en el país”, pero es mentira.
Es imposible pretender que los niveles de inflación del país disminuyan cuando las autoridades de forma irresponsable están agrandando la masa monetaria del país. Lo hacen con el objetivo incentivar el consumo de forma artificial. Este no es el momento de qué Estado se dé el lujo de gastar dinero en planes de “ayuda social”. Por el contrario, es momento de austeridad.
En la actualidad, el coste promedio de los productos de la canasta básica familiar supera los RD$25,000.00 (Veinticinco mil pesos) cada mes. Entonces, ¿Cómo es posible que el presidente hable de “mejorar la calidad de vida de los más pobres? Él mismo sabe que el referido aporte es altamente desproporcionado con respecto al precio de los bienes de servicio básico hoy.
La inflación es una condición eminentemente monetaria, entonces ¿Por qué darle un tratamiento populista, que al final nos saldrá más caro de la cuenta?
