¿Qué hicieron y cómo empezaron los pescadores de calamar?

Una vez Danilo Medina solicita que se deben conseguir los recursos para la campaña que llevó a Gonzalo Castillo como candidato se activaron los tres cazadores de calamares.

Los investigados Donald Guerrero, José Ramón Peralta, solicitaron decenas de millones a Bolívar Ventura, quien le dijo que no era posible mover todas esas cantidades en efectivo por la ley de lavado de activos y es ahí que se dispone hacer los contactos con el administrador del Banco de Reservas Simón Lizardo, quien a su vez delega la asistencia en el Contralor del Banco de Reservas, el investigado Andrés Guerrero, lo que sería el inicio de la operación de lavado más grande, cometidas en el menor tiempo, hasta hoy, en detrimento del patrimonio del Estado Dominicano según el expediente.

Las deudas que según el ingeniero, Bolívar Ventura tenía el Estado Dominicano con sus empresas Doiteca, Diprecalt, Construcciones y diseño RMN y Consorcio Tecnológico de la Construcción CTC, eran deudas en principios basadas en contratos que datan de más de 10 años y sobre los que se le prometió entregarle los pagos, bajo lo que él define como extorsión por parte de los investigados Donald Guerrero, José Ramón Peralta y Gonzalo Castillo, lo que evidentemente constituye un esquema de corrupción con participación activa de estos funcionarios públicos.

Como fue establecido previamente, la propuesta a Bolívar Ventura fue recibir el pago de aproximadamente treinta (30) obras que había construido desde la OISOE, para justificar pagarlas a través de acuerdos de reconocimiento de deuda por trabajos adicionales, aunque en realidad eran cubicaciones maniobradas con falsedad de contenido.

Es evidente que aquí hay una clara coalición de funcionarios entre los investigados Ángel Donald Guerrero, José Peralta, Gonzalo Castillo, Daniel Omar de Jesús Caamaño y Princesa Alexandra García Medina, para estafar al Estado Dominicano y distraer fondos millonarios en una mega operación de lavado de activos, materializadas, además, a través de una asociación de malhechores.

Para los primeros pagos a la citada estructura, Bolívar Ventura utilizó la agencia de cambio RM, ubicada en la zona Este del Gran Santo Domingo, de la cual es dueño y administrador el señor Anderson Acevedo, quien le realizó un cambio de moneda mediante una transferencia electrónica.

Estas sumas en efectivo fueron llevadas a las instalaciones de la OISOE y entregadas a Francisco Pagán, las cuales fueron ejecutadas 2 veces, por la suma de cincuenta millones de pesos (RD$50,000,000), cada una, y Francisco Pagán le entrega a Donald Guerrero, en su despacho del Ministerio de Hacienda, la suma de cincuenta millones de pesos (RD$50,000,000.00), en efectivo y posteriormente entregó la restante suma de cincuenta millones de pesos (RD$50,000,000.00), al investigado José Ramón Peralta, en el Palacio Nacional.

Luego de haberse entregado los cien millones de pesos (RD$ 100,000,000.00), en la forma que tiene probado la presente investigación, el ingeniero Francisco Pagán le manifestó al ingeniero Bolívar Ventura que las sumas restantes serían entregadas directamente al investigado Donald Guerrero, quien dispuso como se harían esas entregas.

En resumen el esquema era el siguiente: se licitaba una obra falsa a nombre de una compañía de Bolívar Ventura, se desembolsaba el dinero en efectivo y este lo llevaba a Donald Guerrero y José Ramón Peralta quienes después lo entregaban a Gonzalo Castillo.

De esta manera los cazadores de calamares llenaron las arcas para una de las campañas más costosas en la historia de la República Dominicana.

 

 

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