El reconocido patólogo forense, Sergio Sarita Valdez, aseguró que la joven estudiante Esmeralda Richiez no estaba embarazada.
La afirmación la hizo en medio de una entrevista que le realizamos para nuestras plataformas del Demócrata y Más Allá de la Curva.
El especialista mostró preocupación por el Ministerio Público y cómo ese órgano de justicia ha manejado el caso con la «presión mediática» y las redes sociales.
Lo que empieza mal difícilmente termine bien
El doctor Sarita Valdez, haciendo un análisis del peritaje médico legal, afirma que cuando vio que mostraban el cuerpo sin ropa, desnudo de la hoy occisa se preguntó ¿y la ropa dónde está? Con el estudio de cómo está la sangre en la ropa, según la cantidad y la forma permite que tenga una idea.
“El muerto te habla y no tiene sesgo de manera que él mismo te va llevando a la verdad de las cosas”.
La justicia se implementa desde un tribunal y allí debe haber un juez sereno y justo que debe dictar una sentencia en un momento dado, pero si no se hacen las cosas según Dios manda podríamos tener un criminal que saldría ileso.
Mi preocupación es que ahora tenemos siete millones de expertos opinando por todos lados, mientras que los profesionales mantenemos el escepticismo hasta tener todos los elementos y las pruebas.
El patólogo lo oye todo, pero no dice nada. Ante cada cosa se tienen las herramientas para demostrar si había o no embarazo. “Según el análisis microscópico no había embarazo porque el útero no tiene evidencias de se estar en estado de gestación”.
“Cuando hay un embarazo un de los dos ovarios tiene un cuerpo amarillo que indica hay gestación. El estudio microscópico demuestra que la joven aún tenía su himen, era virgen”.
Lo segundo y más importante todavía faltan dos elementos muy importantes: la toxicología y la serología forense. En la serología es que se encuentra si existe semen en la vagina de la mujer y no tenemos ese estudio. Y con la toxicología se evidencia si es cierto que le dieron pastillas, entonces esa es la prueba de si hay fármaco en la sangre.
“Es por ello que decimos que la autopsia está incompleta y no puede existir un informe preliminar en una autopsia, debe ser concluyente”.
Por eso no es posible una segunda autopsia si ni siquiera se ha completado la primera.
Hay otro elemento que influye mucho y es la presión mediática y el uso de las redes sociales para distorsionar o crear confusión.
Mucha gente habla de que presentaba golpes, pero en patología forense no se puede hablar de golpes, sino contusiones y estas se pueden producir por varias razones, no solamente por un golpe. El cuerpo mostraba signos de contusiones en la cadera en ambos lados de las caderas, en ambas rodillas y tiene una pequeña contusión por encima del arco serial de un ojo.
¿Esas contusiones podrían ser por golpes de la pareja o por golpes en su casa?
Esas son informaciones que la revela el mismo cadáver, porque en el caso de una autopsia hay que poner al cadáver a hablar, no lo contrario o sea ponerle a decir lo que otros quieran.
Yo como profesional no pueda dar una opinión acabada sin que esté concluida la autopsia. Faltan muchos elementos para poder emitir conclusiones acabadas sobre todo lo que ha sucedido con este caso.
“Si a mí me traen las evidencias concluidas yo podría opinar en base a lo que el cadáver dice, no de lo que le pongan a decir”. En función de lo que el cadáver dice se hace un análisis y luego se formula una síntesis con la cual se elabora una conclusión.
Si el estado le pide intervenir en el proceso el doctor dice que deberían tener todas las evidencias recogidas.
Se recuerda que un tribunal dictó un año de prisión preventiva, como medida de coerción, contra el profesor John Kelly Martínez, que fue arrestado por la muerte de una adolescente de 16 años de edad, en la comunidad Vista Alegre, del distrito municipal La Otra Banda, en el municipio Higüey.