¿Concluirá Pedro Castillo su mandato en Perú?

Insostenible. Es la palabra que mejor describe el estado de la presidencia de Pedro Castillo en el Perú. El mandatario ha desnudado su incompetencia para controlar las protestas iniciadas la semana por el gremio de transportistas por el alza de la gasoline. y que luego hicieron eco en el resto de la población.

Los manifestantes incluso salieron a protestar durante la vigencia del toque de queda de casi 22 horas decretado entre gallos y media noche por Castillo. Decisión que tomó la madrugada del martes.

La masiva desobediencia civil a la orden del presidente de permanecer en casa, obligó a Castillo a levantar el estado de emergencia a media tarde. Poco o nada hizo la medida para que las protestas se calmaran. Se registraron enfrentamientos con la policía y actos de vandalismo contra edificios gubernamentales en el centro de Lima durante la tarde y la noche.

La discordia entre el mandario y la población parece irreconciliable. La medida restrictiva de Castillo para detener las protestas se tomó como un acto represivo dictatorial, un atropello a la Constitución y las libertades individuales. Los indignados peruanos salieron a protestar para pedir la renuncia del presidente que solo tiene ocho meses en el poder.

La desesperación de la población peruana radica en la evidente incapacidad de Castillo y su equipo para hacer frente a la inflación. y el alza de los precios de los productos de primera necesidad. Además, Castillo y un grupo de sus colaboradores más cercanos son investigados por actos de corrupción a pocos meses de asumir el mando. Evidencia mucha improvisación al momento de tomar decisiones de gobierno. Incluso ha tenido ya cuatro gabinetes ministeriales en menos de un año.

La caída libre de la popularidad de Castillo, 66 por ciento de desaprobación, hace improbable que pueda mantenerse en el poder por mucho. Algunos sectores ya piden que el presidente renuncie y convoque a elecciones generales en el más breve plazo.

Por otro lado, ayer corrió el rumor que la crisis social tentaría a Castillo a ordenar el cierre del Congreso e instalar una Asamblea Constituyente. Un objetivo repetido hasta la saciedad durante su campaña electoral. La referencia sobre esta posibilidad fue por la coincidencia de la fecha: 5 de abril. Hace exactamente 30 años, pero en 1992, el entonces presidente Alberto Fujimori, ejecutó un auto golpe de Estado cuando disolvió el Congreso. Luego instauró lo que llamó un “Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional”. El verdadero objetivo era concentrar todos los poderes en el Ejecutivo y neutralizar a los opositores.

¿La eventual renuncia de Castillo, acabará con la crisis? Los analistas dicen que la crisis política en el Perú va más allá de la informalidad e inexperiencia de Castillo. Pasa por una crisis de la institucionalidad partidaria y de la clase política peruana. Incluso, por una crisis de identidad del electorado peruano, que hace nueve meses eligió en segunda vuelta a Castillo con casi nueve millones de votos. Y ahora pide su renuncia.

Claramente, Castillo no ha dado la talla como estadista. Pero hay muchos aspectos que corregir para dotar a la democracia peruana de la fortaleza institucional que necesita para lograr progreso y bien común. De otro modo, la crisis social se convertirá en la ‘nueva normalidad’ de los peruanos.

Por: José Andreu Figueroa. Miami, Florida

Comparte en tus redes: