El presidente del Perú, Pedro Castillo se negó a responder las preguntas de la Fiscalía de la Nación. El mandatario acudió esta semana a la cita judicial por tres casos de corrupción y tráfico de influencias. Castillo sólo se limitó a negar las imputaciones en su contra durante dos horas y media de diligencia. Luego, en Palacio de Gobierno el presidente dijo que seguirá asistiendo a la fiscalía ‘siempre y cuando la justicia reúna todos los elementos de convicción’. Con la finalidad de dar explicaciones ‘cabales y completas’, agregó.
La negativa de Castillo para responder es parte de la estrategia de su defensa para ganar tiempo. Al tratarse de casos por presunta organización criminal, terminar la investigación preliminar demoraría unos 36 meses. El abogado del mandatario, Benji Espinoza, dijo que este será el proceder de la defensa en todas las investigaciones contra Castillo. Espinoza dijo que el presidente solo se ‘reservó’ sus respuestas.
La fiscalía preguntó a Castillo sobre los casos denominados: Petroperú y Anguía. El primero es sobre un presunto tráfico de influencias en la compra de 74 millones de dólares en biodiesel B100 para Petroperú en favor de la empresa Heaven Petroleum hacia fines del 2021. La millonaria compra se realizó cuatro días después que Castillo se reuniera en Palacio con el entonces gerente de Petroperú, Hugo Chávez Arévalo. Y con el comercializador de biodiesel, Samir George Abudayeh.
El caso Anguía es por la adjudicación irregular de obras de saneamiento en el distrito del mismo nombre ubicado en Chota, Cajamarca. Chota es el pueblo natal de Castillo. En esta investigación también está implicada la cuñada de Castillo, Yenifer Paredes. La fiscalía ordenó 30 meses de prisión preventiva para Paredes y para el alcalde de Anguía, José Medina Guerrero por peligro de fuga y obstaculización.
Esta semana, el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, y el ministro de Justicia, Félix Chero, fueron incluidos por la Fiscalía de la Nación. Están incluidos en las causas por presunta organización criminal y encubrimiento que se le siguen a Castillo.
La primera Dama, Lilia Paredes, también es investigada por un supuesto plagio de la tesis de maestría que presentó junto a su esposo. Sucedió en el año 2012 ante la Universidad César Vallejo. La esposa de Castillo también está bajo la lupa judicial en el caso de una supuesta mafia dentro del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Además, el presidente enfrenta otra investigación por ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
Castillo se encuentra con el agua hasta el cuello con la justicia del Perú. La pregunta persiste. ¿Hasta cúando podrá mantenerse a flote en el cargo?
Por José Andreu Figueroa. Miami, Florida.
