Municipio de San Sebastian, P.R, se une a la política antiaborto

La legislatura municipal de San Sebastián está lista para aprobar hoy el “Manifiesto por la Vida” que impulsa el alcalde del Partido Nuevo Progresista, Javier Jiménez Pérez. Con esto se une a la tendencia antiaborto que promueven personalidades conservadoras y políticos del partido Proyecto Dignidad. La determinación obliga a todos los empleados del municipio y de la legislatura municipal de San Sebastián a defender la vida y oponerse al aborto.

La resolución de la Legislatura de San Sebastián comienza con una cita de la madre Teresa de Calculta. “Toda vida es la vida de Dios que se hace presente entre nosotros, aún en un niño que todavía no ha nacido. Nadie tiene derecho a levantar su mano para segarla”.

“Esta administración Municipal de San Sebastián, a través de su alcalde, Hon. Javier D. Jiménez Pérez, ha creado el Manifiesto titulado A Favor de la Vida. Esta Legislatura Municipal luego de tomar conocimiento de este Manifiesto, desea unirse a esta iniciativa, establecida en el mismo. Levantando nuestra voz en defensa de la vida y la protección de aquellos que presentan el estado más indefenso y puro de un ser humano”. Sostiene la resolución que irá a votación.

La noticia se dio a conocer desde la emisora radial local WLRP Radio Raíces 1460 AM.

“No hay terminación de un embarazo sin terminar con la vida”, establece la resolución. “Resulta impensable que un ser humano esté a favor del aborto. Cuando se tiene conocimiento sobre los distintos tipos y procedimientos utilizados para acabar con la vida de un ser humano. Manifestamos nuestra oposición al asesinato de niños inocentes. Defendemos la vida. Nos oponemos al asesinato de un niño mediante aborto del tipo Dilatación y Curetaje”, continúa.

En este procedimiento se “raspa la pared del útero cortando el cuerpo del bebé en pedazos. Luego son extraídos pieza por pieza a través del cuello del útero. Defendemos la vida. Nos oponemos al asesinato de un niño mediante aborto por succión.”.

La semana pasada trascendió en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos un borrador sobre posibles limitaciones al aborto en los EE.UU. Y, a pesar de eso, hasta el momento, el aborto es legal en Puerto Rico, según disposición de leyes locales y estatales.

La resolución establece frases como “defendemos la vida desde su concepción”.

“Más que un asunto de fe, es un hecho científicamente comprobado; la vida humana comienza desde su concepción. Esta realidad empírica comprende una vida humana con un código genético único e inconfundiblemente distinto al de sus progenitores.”, dice en un apartado el documento.

También establece que la condición de la persona no se basa en la fase de desarrollo en que se encuentre. “La condición de persona se determina por su calidad de pertenecer a la especie humana y no por la fase de desarrollo en que esté. Nadie puede convertirse en algo que no es. Ningún ser viviente puede llegar a ser una persona, a menos que desde su origen ya sea una persona”.

“El derecho a la vida es la base fundamental para que cualquier otro derecho sea aplicable”, sostiene la resolución”. Y añade que “la vida es la base y el fundamento en el cual la libertad y la búsqueda de la felicidad se pueden ejercer. El derecho a vivir no está condicionado a la edad, estatus social, fase de desarrollo, condición de dependencia o cualquier otra condición. Ninguna circunstancia externa puede modificar la naturaleza, la dignidad y el valor de la vida”.

En otra sección se establece que todo ser humano tiene derecho a la intimidad y a poder elegir sobre su propia vida. Pero no sobre la vida de otro ser humano: “Creemos y defendemos los derechos inalienables de todos los seres humanos, incluyendo el derecho a la intimidad. También en la libertad para elegir sobre sí mismo siempre y cuando no esté en conflicto con la vida, con la libertad y con los intereses de otro ser humano”.

En las primeras 12 semanas después de la concepción, “ocurre gran parte de la formación de un ser humano con identidad propia y desarrollo autrodirigido”. Establece la resolución que será la nueva política pública en el municipio.

“A los dieciocho días de la concepción, el corazón y los ojos comienzan a formarse. A los treinta días, se ha multiplicado diez mil veces en tamaño; tiene un cerebro y la sangre fluye por sus venas. A los treinta y cinco días, la boca, los oídos y la nariz están tomando forma. A los cuarenta días, las ondas cerebrales del niño pueden ser registradas. A los cuarenta y dos días, el esqueleto está formado y el cerebro controla el movimiento de sus músculos y órganos; también responde a estímulos y es capaz de sentir dolor. A las ocho semanas (dos meses) ya las manos y los pies se encuentran formados casi perfectamente y las huellas dactilares se están desarrollando. A las once semanas el bebé ya orina y hace expresiones faciales y a las doce semanas ya mueve sus pies, manos y dedos. Los restantes seis meses en el vientre de la madre el niño sólo crece y madura”, establece el documento.

También dice que la semántica podrá afectar la percepción, pero nunca podrá cambiar la realidad. “Un cigoto humano es un ser humano, un feto humano es un ser humano, un bebé es un ser humano, un niño es un ser humano, un adolescente es un ser humano, un adulto es un ser humano, un anciano es un ser humano. La vida humana de todos nosotros comenzó de la misma forma y sin ese comienzo, ninguno de nosotros existiéramos”.

También establece que la dependencia y vulnerabilidad de un ser humano debe ser motivo para protegerlo, no para destruirlo: “Si analizamos la viabilidad de un ser humano como la capacidad para vivir sin depender de otro ser humano, podríamos concluir que no todos los seres humanos nacidos son viables pues muchos dependen del cuidado y ayuda de otras personas para poder vivir. Igualmente, ocurre cuando las personas dependen de medicamentos a diario para poder vivir, o necesitan ayuda médica en algún momento en sus vidas. Entonces, ¿esto justifica el prescindir de la vida de un ser humano? ¿Es su vida menos valiosa que la vida de otro ser humano? Claramente, No”.

Por: Sandra Rodríguez Cotto. Puerto Rico

 

 

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